sábado, 30 de mayo de 2015

¿Por qué juntamos el Tejer y el Conversar en Entretejer?



Porque estamos convencidas que entre tejido y tejido, fluyen más fácilmente las conversaciones poderosas.
Quisimos aprovechar los beneficios de la –cada vez más comentada- “lanaterapia”.
Se dice que tejer es el nuevo yoga, el yoga del siglo XXI…
Esta labor que antes hacían nuestros antepasados por necesidad hoy es un hobbie para muchas personas sometidas a una fuerte presión en su trabajo o en general en su vida diaria. Tejer se ha transformado en una especie de escape a la vida agitada que llevamos, al estrés y la presión laboral, y una fuente de satisfacción enorme, según nosotras mismas lo hemos podido experimentar.
Se dice que los movimientos repetitivos y rítmicos de tejer, al igual que los de los asanas del yoga, son los responsables de las propiedades benéficas de practicar esta labor, calmando nuestro ritmo cardiaco y nuestra respiración y creando una sensación de estabilidad y quietud.
Estudios plantean que mantener la mente y las manos ocupadas distrae de pensamientos negativos, ayuda a organizarse y a trabajar por objetivos, facilita la relajación, promueve la creatividad frente al comportamiento pasivo, aumenta la autoestima, mejora la coordinación ojo-mano.
Un estudio publicado a principios de 2013 en el British Journal of Occupational Therapy, arrojó un resultado sorprendente: hacer punto ayudaba al 47 por ciento de los entrevistados a resolver sus problemas; al 37 por ciento a olvidarlos, y al 39 por ciento a organizar sus pensamientos. Y el 61 por ciento indicó también que tejer les ayudaba a concentrarse en las cosas importantes.
Son ya numerosos los centros de todo tipo (salud, educativos, sociales, etc.) que están comenzando a utilizar “la terapia de tejer”. En Exeter, en el Reino Unido, el Gobierno local aprobó recientemente un proyecto dotado con una subvención de 22.000 libras de los fondos de sanidad para que todo aquel que quiera pueda tomar clases para aprender a hacer punto.
Entonces, ¿qué mejor que aprovechar los beneficios del tejer y unirlos con un espacio compartido y grato en el cual permitirnos instalar conversaciones que faciliten  a sus participantes conectarse con lo mejor de sí mismas y con ello movilizar sus energías para retomar una vida más apreciativa, enriquecedora y gratificante?
Y fue acá donde decidimos aprovechar nuestro aprendizaje como coachs y ponerlo al servicio del otro a través del poder de las conversaciones. Muy bien aprendimos -primero estudiando y luego tomando conciencia de ello en la vida cotidiana- que el lenguaje crea realidad, que todo lo que nos decimos a nosotros mismos o a otros impacta de tal manera (para bien o para mal) que desde ahí construimos nuestro devenir. Y qué mejor, entonces, que enseñar y practicar con otros el hábito de conversaciones positivas, el hábito de mirar apreciativamente todo lo que tenemos, el hábito de soñar y guiar nuestra vida de manera consciente hacia donde nosotros mismos queramos…. hacia un mundo más pleno y feliz.

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